viernes, 31 de julio de 2009

El tema federal - Parte 3

Para entrarle al tema federal, he pensado conveniente repasar algunas historias. Los jóvenes que lo han leído me lo han agradecido, ya que dicen haber leído poca historia, y el material de los links les ha gustado.



Insisto entonces.



Seguimos, esta vez con la historia de Facundo Quiroga:


http://www.elortiba.org/facundo.html

domingo, 26 de julio de 2009

Un homenaje a Evita

Han pasado, hoy, 57 años de la muerte de Evita.

Y su presencia sigue vigente.

Recuerdo otros aniversarios... desórdenes por todos lados.

Los muchachos "de la izquierda" celebrando la revolución cubana, nosotros ambas cosas.
La rebeldía estaba viva.
Estábamos vivos. Quizá apresurados, pero vivos.

Me pregunto: Se han superado las causas para sentirse rebeldes?

Hoy mismo, un diario local que no puede tildarse de amarillista, publicó: en Córdoba, el 37% de los niños (algo más de 50,000) pasan hambre. Y agregaba: el doble que el % nacional. Es decir que en la Argentina el 20% de los niños pasan hambre ...

Acabo de leer otro título: el f'río dejó más de 30 muertos .... la mitad intoxicados por monóxido de carbono, el resto por hipotermia ... los que viven en la calle.

Me gustaría homenejear a Evita con un poco más de rebeldía.

El tema federal - Parte 2

A los que les interesó la nota de Fermín Chávez, y les picó (como a mí) la necesidad de repasar aquellas historias de los caudillos, tan bien disimuladas durante nuestra educación, tras las figuras ilustres de Sarmiento y Mitre, les paso este link , extenso, sin desperdicios, hasta con canciones de Cafrune, que se puede leer por partes, o de a poco, como yo acabo de hacerlo, durante tres horas angustiadas (angustia por tanto olvido y distracción).

http://www.elortiba.org/chacho.html

No me culpen si les quité algunas horas de sueño.

viernes, 24 de julio de 2009

El tema federal - Parte 1

Este es un tema que merece mucha reflexión y debate.
No es conveniente reducirlo a los tiras y aflojes de la coyuntura, que en el marco de las actitudes políticas actuales es usado más como artificio para consolidar poderes caudillistas que por la verdadera necesidad de resolver, en el marco de las grandes asimetrías, las injusticias que se arrastran a lo largo de toda la historia nacional.

Por eso, creo que conviene que todos nos dediquemos un poco a reflexionar la cuestión histórica. Y como aporte inicial les propongo lean el contenido de este link:

www.elforjista.unlugar.com/fermin.htm

Además agrego un dato: saben que edad tenía el Chacho Peñaloza cuando luego de una inacabable persecución fue lanceado, fusilado, degollado.... y puesta su cabeza en la pica?

SETENTA AÑOS.

Un verdadero desafío para todos nosotros: todavía nos queda mucho por hacer.

domingo, 12 de julio de 2009

EL TEMA SOCIAL

EL TEMA SOCIAL

El enorme desequilibrio social, económico, cultural, que existe en nuestro país, merece algunas reflexiones, como para comenzar a discutirlo.

1) No se trata tan solo de un problema de distribución de la riqueza. Ese es uno de los principales componentes. Y no es fácil de resolver. Hasta el presente no se han podido superar las políticas de subsidios. Que son totalmente aceptables pensadas como una solución transitoria. Muchos dirigentes políticos incluyen en sus discursos la promesa o desafío de generar gran cantidad de “puestos de trabajo”, concebidos en un imaginario proceso de instalación de “grandes fábricas”, como las hubo en el pasado. Todo eso es imaginario. En la era post industrial no existe esa salida. Posiblemente sea un proyecto mucho más serio y realista promover la diversificación productiva, basada en las fortalezas regionales. Esto puede lograrse con políticas activas del estado sostenidas por varios años. Este “modelo de desarrollo” tiene además muchas ventajas complementarias, una de las principales: evitar el éxodo interno hacia las grandes ciudades.

Algunos de los que participamos en esta acción política estamos tratando de impulsar también una Asociación Civil: el Grupo Regiones, como un instrumento técnico para promover el desarrollo y la diversificación productiva regional.

Volviendo al tema del “empleo”, creo que vale la pena iniciar un análisis o estudio sobre, por ejemplo, cuales son las competencias que debieran lograr los sectores actualmente marginados para acceder a las nuevas posibilidades de trabajo que propone el actual sistema productivo de bienes y servicios. Ese estudio puede conducirnos a la posibilidad de hacer “algo directo”, para colaborar con esos sectores.

2) Una reflexión ideológica (doctrinaria, decimos los peronistas) que debemos hacer sobre el “tema social”. La economía neoliberal “nos acostumbró” a la idea de que la pobreza es necesariamente estructural, como producto de la transformación económica de la sociedad post industrial. Algo así como que la sociedad se divide –en principio- en dos grandes grupos: los que pueden integrarse y los marginados. Los primeros mantienen la ilusión del ascenso vía competencia, los segundos, van integrando –sin posibilidades- el submundo marginal. Nosotros, integrantes clásicos de la clase media con acceso a la educación, fuimos perdiendo el sentido solidario que poseíamos cuando la división de clases era entre categorías más cercanas. Nos fuimos alejando de los pobres. Fuimos aprendiendo a no verlos. O, en últimas, a aceptarlo como un problema insalvable.
Es decir: nos convencieron. La lucha por nuestra propia subsistencia nos distrajo totalmente sobre ese problema tremendo que hoy abarca un porcentaje no menor al 30% de nuestra sociedad.

Desde nuestra condición de peronistas (justicialistas), debemos sobreponernos a esas actitudes individualistas y comenzar por tomar conciencia del problema, para luego pasar a la búsqueda de caminos de comunicación primero, y de acción solidaria después. Cada día se hará más difícil recuperar el sentido de la solidaridad. No faltan pregoneros que tomando como ejemplo temas como la inseguridad, la violencia, o la droga, proponen mecanismos para aumentar la segmentación social, para separar aún más a esos dos grandes universos. Los barrios cerrados, los countries, los clubes privados se multiplican como verdaderas ciudades feudales. Hay quienes proponen “armarse” para defenderse. Verdaderas murallas medievales.

La Doctrina Justicialista propone lo contrario: el acercamiento de las clases sociales. La integración mediante culturas abiertas al diálogo. Con distancias socioeconómicas mucho menores a las actuales.

Los militantes peronistas debemos recuperar esas conductas que nos caracterizaron en el pasado. No es una empresa fácil. Pero es indispensable para construir una sociedad mas justa , más digna.

Esta ruptura de la sociedad es una de las mayores causas de la inseguridad y de la violencia que escandalizan a los sectores altos y medios.

3) Algunas Acciones: En primer término me parece que debemos situar una “lucha cultural” dentro del movimiento. Exigir a nuestros representantes que asuman un discurso acorde a las pautas doctrinarias expuestas. El actual discurso repite hasta el cansancio conceptos vinculados al crecimiento económico; a las inversiones de capital que llegan o no llegan; a las políticas de apoyo a las PyMES; a la educación (en abstracto); etc. Pero soslayan la cuestión social profunda, la tratan superficialmente. No basta decir que hay que redistribuir la riqueza: hay que diseñar mecanismos para hacerlo. Debemos también iniciar una campaña de concientización social, que apunte al acercamiento y a la integración. Debemos hablar con nuestros hijos y con los amigos de nuestros hijos; con los vecinos; en todas partes contraatacar el discurso reaccionario. Actuar con esas consignas a través de los medios de comunicación; invitar a que se expresen los intelectuales, los funcionarios., en fin, dar batalla.

Mientras tanto debemos alaborar ideas y acciones concretas.

EL TEMA ESTA ABIERTO.
Carlos Debandi


domingo, 5 de julio de 2009

Responsabilidad y compromiso


Eramos niños cuando irrumpió en nuestro país el peronismo. Yo tenía 10 años cuando murió Evita.

Lloramos junto a nuestros padres el inicio de la violencia brutal cuando fueron bombardeados los obreros en la Plaza de Mayo en junio, arrasado el pueblo en septiembre y fusilados Valle y sus seguidores algunos meses después.

Todavía no habíamos llegado a ser jóvenes cuando fue derrocado Perón y conocimos el comienzo de la cultura de la represión. La represión no apuntó solamente a los peronistas, poco a poco fue incluyendo a todo aquel que profesara ideas o sentimientos populares.

Durante el secundario debimos soportar la discriminación. Siempre rondabamos las 20 amonestaciones por nombrar a Perón y por negarnos a llamarlo el "tirano prófugo".

Así nos fueron educando.

En el país se sucedían gobiernos y crecía el clima de violencia: golpes entre fracciones militares; enfrentamientos sangrientos entre militares y policías o entre policías provinciales y federales; la clase trabajadora reprimida, sus líderes perseguidos o aniquilados; el partido peronista, claramente mayoritario, proscripto; la juventud, sin ningún canal de participación, veía como los dueños circunstanciales del poder pugnaban por mantenerse. Veíamos también como algunos dirigentes negociaban prebendas a espaldas de la militancia.

Así estaban las cosas cuando comenzamos la universidad.

El gobierno de Don Arturo Illia, aunque ilegítimo por estar el peronismo proscripto, fue un corto veranito de libertades civiles. Duró poco. El golpe comandado por Onganía y sus sucesores ratificó la política de persecución ideológica y comenzó una etapa superior en cuanto a represión y persecución de los liderazgos populares.

Las luchas obreras y estudiantiles comenzaron a tener continuidad.

El comienzo de la violencia que caracterizaron a los años 60' y 70' no fue producto de una estrategia ideológica. En sus expresiones mayoritarias, fue la respuesta de una generación cansada de gritar en las calles, de vivir la política en diversas formas de clandestinidad.

A partir de allí conocimos la cárcel, la tortura, el exilio. Algunos, muchos, la muerte.

El golpe militar de 1976 inauguró en estas latitudes la teoría de la eliminación masiva del adversario: el objetivo fue terminar con todos los que pensaban diferente y destruir todos los instrumentos culturales de aquellas generaciones sublevadas.

No lo consiguieron por completo. De hecho, aqui estamos algunos sobrevivientes.

Pero si lograron, vía terror, vaciar de contenidos políticos e ideológicos a las generaciones siguientes. Ese hueco generacional se manifiesta todavía en todas las actividades, particularmente en la política.

Durante todos esos largos años (casi cincuenta), el movimiento peronista tuvo dirigentes luchadores y dignos y tuvo también burócratas dispuestos a tranzar con cualquiera con tal de obtener privilegios.

Observamos que desde el 83' al presente las sucesivas dirigencias han ido quitándoles contenido a las banderas históricas y desmovilizando y desorganizando al pueblo.

Así llegamos al presente, inmersos en una gran confusión, y viendo como algunos autoproclamados caciques reparten el poder entre amigos y familiares, esquivando asumir compromisos profundos con el pueblo que los vota, tratando de ganar apoyo con discursos pueriles, carentes de contenido ideológico, cada vez más cercanos a la farándula y a la superficialidad.

Las pasadas elecciones han generado una posibilidad trascendente: renovar a la clase dirigente de nuestro movimiento.

Debemos impedir que nuevamente elijan a dedo entre tios, primos o hermanos.

Debemos identificar a compañeros capaces y honestos y darles todo nuestro apoyo en las elecciones internas.

Debemos construir ese apoyo.

Debemos movilizar y movilizarnos.

Debemos afiliarnos masivamente al Partido y exigir internas en todos los niveles.

Debemos levantar nuevamente nuestras banderas históricas: independencia económica, justicia social y soberanía política.

Debemos asumir que el principal compromiso del movimiento peronista es luchar por la causa de los humildes en todos los rincones del país.

Debemos difundir y pregonar la causa justicialista, sin prejuicios ideológicos. Debemos compartir luchas y objetivos con todo aquel que asuma como suya la causa nacional y popular.

Debemos utilizar este poderoso medio comunicacional y recomendar lecturas para que las nuevas generaciones construyan su propia perspectiva de la historia y del futuro.

Esa es la tarea inmediata que tenemos por delante.